«Lo que emitimos refleja lo que somos»
Esta frase contiene mucho de lo que perseguimos en nuestros cursos de canto y de crecimiento personal por la voz: afinar la emisión, la voz, armonizando el emisor que somos.
La premisa de nuestros cursos es que somos receptor y emisor. Para mejorar la recepción y emisión, cabe liberar el instrumento (el cuerpo) de sus tensiones y bloqueos. Para que vibre entero dando el mejor sonido, y para que uno se despoje de un peso emocional que le impide ser él mismo.
El objetivo de nuestro trabajo es recuperar todo nuestro potencial vocal. A nivel vocal nos damos cuenta que el secreto de
como afinar la voz es afinar nuestro instrumento. Y el objetivo personal es ser un
emisor mejor afinado, más justo y efectivo, y un
receptor más sensible, capaz de sentir y comprender mejor a los demás. La idea es que tu señal de base es pura, 100% pura. Y por desgracia se queda manchada, desvirtuada, a medida que nos llegan impactos o palabras fuertes. Otros nos meten en la cabeza y en nuestro programa sus creencias o malas referencias. Nos separamos de este programa base. El canto permite identificar tu señal base y hacer que lo que no es tuyo salte, poco a poco, liberando quien eres. Vuelves a tener tu señal, tu código base. Y con ello cantas y vives mucho mejor. Todo lo que dices, cantas o haces ya emite desde tu centro, y ya no desde las falsas ideas, creencias o valores que otros habrán querido meterte en la cabeza, en el corazón y en el cuerpo. Vuelves a vivir con todo tu potencial y toda tu belleza. Vuelves a hablar y cantar con toda tu voz.